Las joyas famosas perdidas

A lo largo de la historia, han existido múltiples joyas famosas perdidas que han capturado la atención e imaginación de personas de todo el mundo. Desde antiguos tesoros reales hasta joyas icónicas desaparecidas, estas piezas han dejado una huella en la historia y han generado incontables teorías y especulaciones rodeadas de misterio e incertidumbre.

En este post de Oro Chamberí, compartimos información sobre algunas de las joyas más destacadas que han sido desaparecidas del radar en el transcurso de los años. Abarcaremos desde el legendario diamante Hope, con su historia llena de tragedia y maldiciones, hasta el famoso colgante de perla La Peregrina, cuyo paradero sigue siendo un enigma por resolver.

Te invitamos a acompañarnos en este interesante viaje por los rincones más oscuros y cautivadores de su historia, en el que intentaremos desentrañar los secretos que rodean a estas  joyas famosas perdidas, exponiendo a su vez las teorías que han surgido a lo largo de los años, en un mundo de lujo, intriga y misterio.

Conoce las joyas perdidas más famosas

Algunas de las joyas famosas perdidas más destacadas son:

1) El Diamante Florentino

También conocido como “El Florentino”, ha sido uno de los diamantes más célebres de la historia. Esta gema, de origen indio, se encuentra extraviada en la actualidad.

Tenía un color amarillo claro con matices ligeramente verdes y una talla irregular, pero bastante compleja, de tipo rosa doble con nueve caras y 126 facetas. El Diamante Florentino pesaba 137,27 quilates (27,454 gramos).

  • Según una historia, se dice que el Diamante Florentino fue tallado por Lodewyk van Berken para Carlos el Temerario, Duque de Borgoña. Supuestamente, Carlos el Temerario llevaba el diamante durante la batalla de Morat, en Nancy, donde fue derrotado el 22 de junio de 1476. Posteriormente, un campesino o un soldado encontró el cadáver de Carlos el Temerario y se hizo con el diamante, vendiéndolo por un florín, pensando que era un cristal.
  • La historia documentada del Diamante Florentino comienza cuando el joyero francés Jean Baptiste Tavernier lo vio en 1657 entre las posesiones de Fernando II de Medici. Luego, pasó a manos de los Habsburgo a través del matrimonio entre Francisco I de Lorena y la emperatriz María Teresa. Sin embargo, el diamante fue robado y se desconoce su paradero actual.

Como se puede observar, la historia del Diamante Florentino está llena de leyendas y misterios, y su desaparición ha dejado un vacío en la historia de las gemas más famosas del mundo. Sin embargo, aunque no se conozca su paradero actual, su legado perdura en la memoria colectiva y sigue siendo objeto de fascinación para los amantes de las joyas famosas perdidas.

2) El Diamante Hope

El Diamante Hope es contemplado como una de las joyas famosas perdidas más enigmáticas de la historia de la joyería. Este legendario “Diamante Azul” (nombrado así por el Rey de Francia Luis XIV) ha sido objeto de numerosas teorías y leyendas. Se cree que está maldito y ha sido asociado con tragedias y desgracias.

  • La historia del Diamante Hope se remonta a varios siglos atrás. Una de las versiones señala que, en el pasado, este diamante adornaba a un ídolo de un templo hindú en la India, pero fue robado por un sacerdote hindú, quien fue castigado con una lenta y dolorosa muerte por su crimen.
  • A lo largo de los años, el Diamante Hope ha cambiado de manos en varias ocasiones. Uno de sus propietarios más notables fue el banquero Henry Philip Hope, quien le dio su nombre. Se dice que otros propietarios, como la familia real francesa y la familia McLean en el siglo XX, también experimentaron desgracias y pérdidas tras adquirir el diamante.
  • En total se estiman 24 propietarios, todos relacionados con trágicas muertes. Su valor se calcula en 300 millones de euros y desde el año 1958, el Diamante Hope es exhibido en el Museo Nacional de Historia Natural de Washington D.C., administrado por la Institución Smithsonian.

A pesar de los rumores de que lleva consigo una maldición, que ocasiona infortunios a aquellos que lo poseen o lo llevan consigo, su belleza y misterio continúan fascinando a las personas de todo el mundo.

3) Las joyas de la Corona Rusa

Hasta la Revolución de 1917, la familia Romanov gobernó Rusia durante más de 300 años, y durante este tiempo acumuló un gran número de joyas de la corona hechas por los mejores artesanos. De vestidos de gala y huevos Fabergé, a pulseras y broches que impresionaron tanto a los embajadores y gobernantes europeos.

La historia de las joyas de la corona rusa es misteriosa y trágica. Aunque muchas se convirtieron en joyas famosas perdidas, otras sobreviven hasta el día de hoy y están encerradas en las bóvedas del Estado, o se exhiben en el Museo del Hermitage en San Petersburgo y el Museo del Kremlin en Moscú. Otras de sus joyas fueron vendidas a coleccionistas privados y se encuentran en manos de familias aristocráticas y casas de subastas.

En el caso de la Diadema “La Belleza Rusa”, se sabe que:

  • Es una pieza destacada de estilo de tocado, creada por el joyero de la corte Carl Bolin para Alexandra Fidorovna, esposa de Nicolás I de Rusia.
  • Esta diadema era una de las favoritas de la emperatriz de Rusia, María Fidorovna, princesa holandesa casada con el zar Alejandro III de Rusia.
  • Esta joya fue vendida en 1927 y pasó por varias manos antes de ser adquirida por el noveno duque de Marlborough para su segunda esposa, Gladys, para luego pasar a la colección de la primera dama de Filipinas, Imelda Marcos hasta que su colección de joyas fue confiscada por las autoridades de ese país.

4) Joyas de la Corona Francesa

Las joyas de la Corona de Francia han tenido una historia tumultuosa, ya que, durante la Revolución Francesa en 1792, muchas de estas valiosas joyas fueron robadas y posteriormente dispersadas.

Algunas de las piezas más conocidas incluyen el diamante blanco llamado “El Regente“, que se encuentra en el Museo del Louvre desde 1887, y el diamante azul, ya anteriormente mencionado, conocido como “El Azul de la Corona“, que fue robado, y se cree que posteriormente fue retallado convirtiéndose en el famoso diamante Hope, que se encuentra en el Museo Nacional de Historia Natural de Washington, Estados Unidos, desde 1958.

Sin lugar a dudas, las joyas famosas perdidas están llenas de historia y misterio en relación con su ubicación. Con el tiempo tal vez se logre descubrir dónde se encuentran estas valiosas prendas.

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